La friselina es uno de los materiales más delicados para sublimar. Por eso, la clave no está tanto en la temperatura, sino en encontrar el tiempo justo. Cada estampadora es distinta, así que lo ideal es empezar con parámetros bajos e ir ajustando.
👉 Tip de ahorro: antes de gastar bolsas nuevas, probá en retazos de friselina o recortá una bolsa en varias partes para hacer ensayos hasta dar con el punto exacto de tu máquina.
Impresión: usá colores bien saturados, porque durante el estampado la intensidad baja un poco.
Temperatura y tiempo: empezá con 150 °C durante 150 segundos.
Si la bolsa se quema → bajá la temperatura.
Si el estampado queda muy suave → aumentá unos segundos el tiempo.
Protección: colocá siempre una tela teflonada y encima 4 o 5 hojas de papel.
Interior de la bolsa: poné una hoja de papel dentro para que no se pegue.
Extra: paciencia, pruebas… y mucha buena energía ✨😉.
